SUPERSALUD REVELÓ HALLAZGOS POR PRESUNTOS INCUMPLIMIENTOS

En auditoría a la Subred Norte de Bogotá se identificaron 9 hallazgos y detectaron 395 personas que fueron vacunadas en etapa que no les correspondía, como la politóloga.

La Superintendencia Nacional de Salud ordenó trasladar para investigación administrativa los casos de 395 personas detectadas en la Subred Norte de Bogotá, y de otro en la clínica Foscal, de Bucaramanga, a quienes les fueron aplicadas vacunas contra el Covid-19 sin que les correspondiera la etapa de priorización establecida por el Gobierno Nacional.

A raíz del hecho difundido ampliamente de la vacunación de una politóloga en Bogotá
quien se habría saltado la fila, la Supersalud desarrolló una visita de auditoría en la
segunda semana de marzo a la Subred Integrada de Servicios Norte ESE, en la cual
evidenció 9 hallazgos de presuntos incumplimientos al Plan Nacional de Vacunación y a
los lineamientos técnicos y operativos dados por el Ministerio de Salud.

Estos hallazgos fueron también trasladados a los entes de control, como la Fiscalía
General de la Nación y la Procuraduría General de la Nación, así como a la Secretaría
de Salud de Bogotá, para que adelanten las investigaciones y determinen las sanciones
a que haya lugar en el marco de sus correspondientes competencias.

“No podemos generalizar que estas situaciones se estén presentando en todo el país,
¡pero aquí nadie puede fallar! Y no me refiero solamente a los actores de la salud, sino
también a los usuarios, servidores públicos, contratistas y particulares que deben
respetar los criterios establecidos, especialmente, en el turno de asignación para cada
etapa”, dijo el Superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, al presentar
públicamente estos hallazgos.

Hallazgos en Bogotá
La Superintendencia encontró que de esos 395 vacunados de la Subred Norte, 142
corresponden a personal administrativo de la Subred y otros 253 a personas que -como
era el caso de la politóloga- hacían parte del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC).

Del primer grupo de 142, se evidenció que pertenecían a áreas administrativas tales
como gerencia, contratación, calidad, conmutador, dirección financiera, control interno
disciplinario, gestión ambiental, gestión documental, activos fijos y la Oficina de
Participación Comunitaria y de Servicio al Ciudadano, entre otros.

De acuerdo con la auditoría, la Subred no realizó una adecuada priorización del personal
de salud en la primera etapa de vacunación conforme con los criterios de priorización
establecidos en el numeral 7.1.1. del artículo 7 del decreto 109, de 29 de enero de este
año, expedido por el Ministerio de Salud.

Según esa norma, en esta primera etapa “se vacunará de forma progresiva al personal
cuya actividad principal está involucrada con la atención de pacientes que tienen diagnóstico confirmado de Covid-19 y en consecuencia se encuentran en una exposición
permanente, intensa y directa al virus…”.

Según los reportes de la propia Subred, al menos 16 de estas personas fueron
inoculadas el primer día de la vacunación en Bogotá, es decir el 18 de febrero.
Estos son los otros hallazgos encontrados en la Subred Norte al momento de la visita de
la Supersalud.

– La Subred no contaba con la autoevaluación para la renovación de habilitación del
servicio de vacunación, y este se encuentra vencido desde el 25 de noviembre de
2020. Así mismo, la Subred dispone de puntos adicionales de vacunación contra
el Covid-19 sobre los que no han realizado el registro de habilitación transitoria.

– La Subred no contaba con talento humano destinado exclusivamente para la
vacunación Covid-19, ni certificación que acredite el entrenamiento para la
aplicación de la vacuna. Además, parte del personal de vacunación no contaba
con contratación vigente.

– Dentro del plan de acción formulado por la Subred Norte no cuenta con un plan de
acción para vacunación Covid-19 documentado, ni se evidenció lo relacionado
con la microplaneación del proceso, en aspectos como actividades, responsables,
tiempo y recursos, objetivos, estrategias, actividades y responsables, entre otros.

– No cuenta con un proceso definido para el agendamiento de vacunación contra el
Covid-19.

– No cuenta con protocolo y ruta definida para el manejo y disposición de residuos
provenientes de la vacunación contra Covid-19.

– No cuenta con un protocolo que defina el monitoreo permanente de las condiciones de almacenamiento, custodia y traslado de las vacunas, ni cuenta con contrato vigente para la calibración de los equipos.

– No cuenta con protocolo, ni ruta para el manejo de los eventos adversos derivados de la vacunación.

– Presenta deficiencias en la calidad de la información que sustenta los datos reportados de la población vacunada.

El caso del cirujano plástico
Un segundo caso sobre el que la Supersalud hizo revelaciones y dio traslado de los
hallazgos a los entes de control es el relacionado con el cirujano plástico Camilo Orlando
Reyes Carrascal, vacunado en Bucaramanga.

En su auditoría, la Superintendencia evidenció 4 hallazgos sobre la Fundación
Oftalmológica de Santander (Foscal) y la Fundación Fosunab, con sedes en
Bucaramanga y Floridablanca, en Santander:

– Los documentos remitidos a la Supersalud muestran como si hubiera sido vacunado
en la Foscal, que sí tiene ese servicio habilitado, pero al hacer la trazabilidad se encontró
que el cirujano realmente fue vacunado en la sede Floridablanca de la Clínica Fosunab,
que no tenía habilitado el servicio de vacunación para Covid.

– Supersalud encontró que el cirujano no fue postulado ni inscrito por la Foscal ni por
Fosunab para ser vacunado, ya que no cuenta con vinculación vigente con ninguna de
estas clínicas.

Adicionalmente, el cirujano no hacía parte de la población que estaba altamente
expuesta al Covid-19, por lo que no podía ser clasificado en la Etapa 1, por lo que, al
vacunarlo, presuntamente las clínicas desconocieron los lineamientos impartidos por el
Ministerio de Salud.

– Se encontró que las dos IPS habrían desconocido sus obligaciones frente al
agendamiento de citas y verificación de la priorización para la vacunación, así como la
presunta omisión de cotejar si el cirujano se encontraba o no en la base de datos.

– La Fiscal no dio respuesta a la totalidad de los requerimientos realizados por la
Supersalud.