Los protocolos de limpieza y desinfección de las habitaciones y de las zonas comunes de los establecimientos hoteleros, se han convertido en un elemento de especial relevancia.
La expansión de la pandemia del COVID-19 aceleró de manera exponencial los procesos de digitalización y de aplicación de nuevas tecnologías en todos los ámbitos del sistema turístico.
En Latinoamérica como en el resto del mundo, el sector hotelero está atravesando por la crisis más importante de su historia. Como consecuencia de esto, el sector se vio en la obligación de aplicar una serie de transformaciones relevantes desde el punto de vista de la gestión y administración, y también se ha producido en el ámbito de la comercialización y del Revenue Management.
Si antes las preocupaciones se enfocaban en metodologías de pago y cómo subir los porcentajes de turismo en las diferentes ciudades, ahora el reto pasó a ser mucho mayor.
Alejandro Sepúlveda, director del Master in Management of International Tourism de Ostelea, hace énfasis en la elevada incertidumbre que caracteriza a la sociedad actual. Sin embargo, aclara que esto obliga al sector a ofrecer una gran flexibilidad a la demanda turística para incentivar las reservas, y a encontrar alternativas frente a las políticas de cancelación restrictivas que existían antes de la pandemia, denominadas Advanced Purchase.
Adicionalmente, Sepúlveda explica que la creciente preocupación por la salud y la higiene han provocado un aumento, por la demanda turística, a los protocolos de limpieza y desinfección de las habitaciones, lo que se ha convertido también en un aspecto fundamental.
Justamente, uno de los mayores retos a los que se enfrenta actualmente el turismo es encontrar un balance entre el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad y la maximización de la satisfacción de los clientes. Si bien es cierto que, por seguridad, no solo se habla de los turistas sino de los colaboradores de los establecimientos, resulta un deber seguir normas puntuales. Sin embargo, las políticas excesivamente restrictivas en lo referente a los protocolos de sanidad, podrían encontrar efectos adversos en la satisfacción de los consumidores de la industria.
La tecnología ha sido tal vez uno de los mayores aliados para encontrar este balance. Ha sido una herramienta que ha permitido un mayor nivel de seguridad sanitaria a los huéspedes, mediante la aplicación de tecnologías contact-less para el desarrollo de sistemas de check-in online.
No obstante, Sepúlveda hizo énfasis en la importancia de seguir manteniendo una hospitalidad basada en el personal humano, ya que considera que es muy importante incentivar la esencia de la hospitalidad, lo que dificulta el reemplazo del factor humano por el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas.