Cincuenta familias del barrio Cañagüate de Malambo recibieron la mejor noticia de sus vidas al inicio de la semana: el título que los hace propietarios de sus viviendas, carpeta que les fue entregada por el Alcalde Rumenigge Monsalve Álvarez.
La entrega de escrituras se cumplió en el marco del programa de titulación que adelanta la Administración Municipal, en el que incluye para este sector un total de 153 escrituras, acto que contó con la presencia de la Primera Gestora Social, Angélica Triana Álvarez, el jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Peter Kepes y líderes de la comunidad.
El mandatario local emocionado por hacer realidad el sueño de Jacqueline, Merly, Alexander, Freddy, Luis y otros más confirmó que este el inicio de muchas cosas buenas que llegarán no sólo para Cañagüate, sino para todo el municipio «hoy ustedes dejarán de ser poseedores, para ser propietarios de lo suyo, de su esfuerzo, una escritura que les da calidad de vida, que los respalda y los motiva para seguir luchando y consiguiendo más beneficios para sus familias. Este es el mejor testimonio que los recursos si alcanzan para obras que dignifican a nuestros habitantes, para hacer de Malambo, una ciudad de progreso que podremos lograr entre todos», dijo el Alcalde.
Por su parte, el jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Peter Kepes, ratificó el compromiso que tiene la Administración Municipal, con la comunidad en cuanto al programa de titulación «éste es un beneficio soñado por todos y poco a poco seguiremos llegando hasta esos sectores donde sus poseedores llevan años de lucha y desvelo por lograr el título de sus viviendas, realidad que hoy es posible en el barrio Cañagüate, pero que seguirá llegando a otros sectores del municipio».
Jacqueline Cote, una de las beneficiarias del programa de titulación, agradeció a la Administración Municipal, la entrega del título de propiedad para ella y sus vecinos «gracias a Dios primeramente y luego al señor Alcalde por hacer realidad nuestro anhelo, de tener la escritura de mi casa, un sueño que duró años, pero valió la pena la espera».