El alto comisionado para la paz, Danilo Rueda, rechazó vehementemente el ataque con explosivos en Tibú, Norte de Santander.
Colombia está consternada por el nuevo acto terrorista con explosivos en Tibú, Norte de Santander. Sobre este ataque perpetrado, cuando pasaba una patrulla de policía y un bus de pasajeros se pronunció el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda. “Condenamos la detonación de un artefacto explosivo hoy en Tibú, que dejó un saldo según versiones preliminares de una civil y dos policías muertos, y afectó gravemente a otras personas.” Fueron las palabras del alto funcionario.
Además, fue enfático en que esto no solo es un bombardeo hacia la fuerza pública. Es un bombardeo hacía la supuesta voluntad de paz, que supuestamente tienen los grupos armados al margen de la ley. “Este hecho genera un ambiente de miedo y zozobra contrario a la construcción de la paz que se está adelantando en el territorio del Catatumbo.” Sentenció Rueda.
Por otra parte, envió un mensaje para todos los afectados por este ataque y a sus familiares. “A la comunidad tibuyana les expresamos toda nuestra solidaridad, y al pueblo del Catatumbo le reafirmamos nuestra voluntad de persistir en la vía del diálogo para pasar la página de las diversas violencias armadas.” Aunque, estas palabras han dejado un sinsabor en los colombianos, que están cansados de solo palabras bonitas y diálogos que no llegan a nada. El pueblo colombiano reclama acciones firmes.
“Escuchamos su clamor de paz y vida digna, y estamos convencidos que la construcción de la paz con justicia social y ambiental se desarrolla con transformaciones territoriales, que únicamente serán posibles de la mano de las comunidades y los procesos organizativos.” Agregó el funcionario, que insiste en la vía del diálogo a pesar de que los grupos armados ilegales buscan el camino de la guerra, sangre y muerte.
Finalmente señaló que, “los colombianos que le apostamos al camino del diálogo, lamentamos la muerte violenta de cualquier ser humano y seguimos asumiendo el reto de construir un país en el que nunca más la violencia se imponga sobre la vida.” Pero, estos discursos se debilitan con cada muerte violenta, que se ha vuelto el pan de cada día en los últimos meses.