Una joven guajira transforma la adversidad en oportunidad y trabaja incansablemente por la seguridad y el bienestar de su comunidad.
En el corazón del corregimiento de Matitas, La Guajira, florece una historia de esperanza y perseverancia, personificada en la joven Auxiliar de Policía Andrea Serrano Pinto. Nacida y criada en este rincón de Colombia, Andrea ha enfrentado las adversidades del orden público con una determinación inquebrantable y un sueño claro: convertirse en una orgullosa miembro de la Policía Nacional, sin importar si es en el nivel directivo o ejecutivo.
Desde niña, Andrea ha sentido un profundo deseo de servir a su patria. La vida en Matitas, marcada por los desafíos propios de una región afectada por el conflicto, no ha hecho más que fortalecer su vocación. «Con el hecho de portar este uniforme verde oliva, desde ya estoy sirviendo con orgullo a mi país, a mi Departamento y a mi pueblo natal con ejemplo y heroísmo», afirma con convicción.
Hoy, Andrea presta su servicio militar en Fonseca, donde trabaja incansablemente por la seguridad de los ciudadanos. Sus labores diarias incluyen la prevención en zonas bancarias, el comercio y las plazas de mercado, contribuyendo significativamente a la reducción del delito en estas áreas. «Estoy segura que bajo el lema ‘Dios y Patria’ lograré mis objetivos de hacerme una profesional de Policía», declara, convencida de que su dedicación y esfuerzo la llevarán a alcanzar sus metas.
El ejemplo de Andrea Serrano Pinto es una inspiración para todos los jóvenes de La Guajira. Su historia demuestra que, incluso en medio de las dificultades, los sueños pueden nacer y florecer. En cada patrullaje y acción preventiva, Andrea no solo vela por la seguridad de su comunidad, sino que también siembra esperanza y muestra que, con determinación y amor por su tierra, es posible construir un futuro mejor.
Gracias a Andrea, nace un sueño que promete transformar no solo su vida, sino también la de muchos otros que siguen su ejemplo de coraje y compromiso.