Investigadores sudafricanos demostraron mayor veracidad en dichas muestras mediante un estudio.
Según el estudio, publicado en la plataforma de preprints MedRxiv, las muestras de saliva son más confiables a la hora de detectar la variante Ómicron del coronavirus en comparación a las procedentes de la mucosa nasal o nasofaríngea, actualmente consideradas las más fidedignas.
“El patrón de diseminación viral durante el curso de la infección se altera para Ómicron con una mayor diseminación viral en la saliva en comparación con las muestras nasales, lo que resulta en un mejor rendimiento diagnóstico de los hisopos de saliva”, explican los investigadores.
Estas afirmaciones se han basado en un estudio comparativo de la eficacia de las pruebas diagnósticas en casos de variante Delta y Ómicron. Los resultados arrojaron que para la variante Delta, el porcentaje de concordancia positiva (PPA) fue mayor en los hisopos que recogieron una muestra nasal frente a los de saliva, con un 100% de concordancia frente al 71%, respectivamente.
Sin embargo, con la variante Ómicron las circunstancias cambiaron, ya que los resultados de los investigadores sudafricanos muestran mayor efectividad con las muestras de saliva. En concreto, la concordancia del 100% se registró para este tipo de muestra en lugar de la nasal, que registró un 86%.
“Esto respalda el hallazgo de una replicación viral mejorada en el tejido del tracto respiratorio superior y posiblemente alteración del tropismo tisular. Es un hallazgo importante, ya que el estándar actual de atención para el diagnóstico mediante hisopos de la mucosa nasal o nasofaríngea puede ser subóptimo para la variante Ómicron”, concluyen los investigadores.







































