Durante este tiempo se deberá seguir trabajando en la estabilidad financiera, administrativa y especialmente jurídica, donde hay riesgos por el monto de demandas en contra.
En primer año de intervención, hay avances con la mejora en atención de usuarios, el incremento de UCI para pacientes críticos y un aumento en las cirugías programadas.
La Superintendencia Nacional de Salud extendió hasta el 11 de mayo de 2022 la medida de intervención forzosa para administrar que tiene sobre el Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche, de Magdalena, con el objeto de cumplir y mejorar los indicadores de gestión del plan de acción y garantizar una adecuada prestación de los servicios de salud.
Al reconocer que se ha trabajado en subsanar los 59 hallazgos encontrados en mayo del
año pasado, el Superintendente Delegado de Medidas, Germán Guerrero señaló que es
necesario prorrogar la medida de intervención “para culminar de manera exitosa el proceso
y entregar a los magdalenenses un centro asistencial recuperado y operando al 100%”.
Mediante resolución 005493 del 10 de mayo de 2021, la Superintendencia ordena al
agente interventor buscar la estabilización del Hospital enfatizando en algunos aspectos
como:
1. Continuar con el mantenimiento preventivo y correctivo de los equipos biomédicos,
de la infraestructura, las redes, equipos de refrigeración y los equipos informáticos
el cual impactará en la satisfacción en la atención a los usuarios.
2. Terminar la adecuación, remodelación y dotación de la infraestructura del piso
octavo, para habilitar 31 UCI Intermedio y 25 camas de hospitalización.
3. Continuar con la atención de la pandemia por Covid-19, llevando a cabo las
actividades necesarias para tal fin, bajo los lineamientos del Ministerio de Salud.
4. Consolidar estados financieros razonables sin salvedades.
5. Radicar la totalidad de la facturación de vigencias anteriores.
6. Incrementar la producción de servicios que le permitan garantizar la sostenibilidad
financiera de la institución.
7. Continuar con la debida defensa en los procesos jurídicos para evitar condenas.
En este sentido, sobre el componente jurídico se llama la atención por el riesgo derivado
del número de demandas en contra del hospital, teniendo en cuenta que el valor de la
cuantía en el mes de marzo de 2021 era de 60.521 millones de pesos, circunstancia que
atenta contra la sostenibilidad financiera y que puede causar traumatismo en la prestación
de los servicios en salud.
Avances y recuperación gradual
A diferencia del panorama de hace un año cuando se ordenó la intervención, el Hospital
Universitario muestra hoy en día otra cara.
La evaluación hecha por Supersalud con corte a marzo de 2021 muestra que se
recuperaron el piso sexto, el área de ginecobstetricia, hemodinamia, psiquiatría y el
laboratorio clínico. Los quirófanos fueron dotados y volvieron a funcionar.
También se evidenció que se están asignando con oportunidad las citas con los especialistas de otorrinolaringología, neurología, neurocirugía, urología y cirugía
endoscópica.
Se han comprado 89 equipos para el proceso diagnóstico y tratamiento de
los pacientes que han hecho que la demanda de servicios aumente.
Ha habido un significativo incremento en la producción quirúrgica ambulatoria, que pasó
de 246 cirugías programadas en mayo del 2020 a 668 en marzo del 2021, reflejando una
administración dinámica de las salas de cirugía frente a la cirugía ambulatoria.
Uno de los logros durante esta pandemia ha sido el aumento del número de camas UCI,
pasando de 17 a 88 en un solo año. Para esto habilitaron una segunda sede del Hospital
a través de un comodato con la antigua clínica Saludcoop, con 25 unidades de cuidados
intensivos.
Asimismo, la nómina se puso al día y con esto también llegó el aumento de los sueldos al
personal asistencial a quienes su salario ya les llega puntual.
Los estados financieros hoy son más razonables y la facturación pasó de 3.800 millones
mensuales a $8.700 millones, mientras el promedio del giro directo se duplicó, pasando
de $1.900 millones a $3.900 millones.