JUNIOR EMPATÓ EN CALI Y PELEARÁ POR EL BICAMPEONATO

Con una atajada monumental de Mele y el temperamento de Peña, los rojiblancos mantuvieron el 0-0 en Palmaseca.

Intuición, reflejos, reacción, fortaleza de brazos, concentración, rapidez, coordinación, fueron las características que permitieron a Santiago Mele atajar el remate que pudo haberle dado el triunfo al Deportivo Cali este domingo en Palmaseca y eliminar a Junior de la disputa del título colombiano.

Corría el minuto 27 cuando Andrey Estupiñán, viejo conocido de la afición ‘tiburona’, desbordó por la banda derecha e ingresó al área rojiblanca en una transición veloz que sorprendió a la defensa. El pase del extremo fue al punto blanco y allí apareció Kelvin Osorio con un disparo con sello de gol. Los veintidós mil espectadores que asistieron al estadio de Palmira alcanzaron a levantarse de sus sillas para gritarlo. ¿Gol? No.

Santiago Mele, con un movimiento felino de su brazo izquierdo, contuvo el remate con la mano. Una atajada digna del portero de la selección uruguaya y de la tradición gloriosa de los guardametas charrúas. Cien años de escuela oriental quedaron expuestos en esa tapada.

Con la intervención de Mele, el temperamento de Jermein Peña, un jugador que es puro fuego en el corazón a pesar de las críticas que recibe por su exceso de revoluciones; la tranquilidad de Emmanuel Olivera, quien devolvió la confianza a la zaga; las proyecciones de Gabriel Fuentes y poco más, Junior consiguió el 0-0 necesario para asegurar su presencia en los cuadrangulares semifinales. Con 29 puntos y diferencia de +3, los barranquilleros fueron séptimos, apenas por delante de Once Caldas.

Sin sus extremos titulares, José Enamorado y Déiber Caicedo, quienes no viajaron a Cali por molestias físicas, el técnico de Junior, Arturo Reyes, apostó por mantener el esquema 4-2-3-1 con Yimmi Chará por la banda izquierda y Johan Bocanegra por la derecha. El venezolano Luis ‘Cariaco’ González fue el enlace, detrás de Bacca.

Para el segundo tiempo, Reyes sustituyó a Bocanegra, de pésimo rendimiento, e incluyó a Vladimir Hernández. Luego, cuando el Cali se fue al ataque, mandó a la cancha a Hómer Martínez por ‘Cariaco’, al minuto 63, y a Marco Pérez por Carlos Bacca, al 83. En el primer tiempo había ingresado Edwin Herrera en reemplazo de Wálmer Pacheco, quien sufrió un fuerte golpe en su hombro izquierdo.

La acción de mayor peligro en el segundo periodo fue producto de un pase errático de Vladimir Hernández, quien entregó el balón a Jarlan Barrera cuando la defensa ‘tiburona’ salía del fondo. El samario cedió a Fredy Montero y su remate no fue gol porque Jermein Peña despejó en la raya.

El resultado fue lo más importante de un partido que lucía riesgoso para Junior desde antes de viajar a Cali. Para el equipo ‘azucarero’ los tres puntos representaban un golpe de opinión ante su hinchada en su lucha por alejarse del descenso. Aunque los barranquilleros dejan muchas dudas, con Junior en las finales es a otro precio.