Por Juan Alejandro Tapia
Esta noche en el Metropolitano, Hernán Darío Gómez dirigirá su primer partido como técnico de los rojiblancos con la necesidad de ganar para salir del último lugar de la tabla.
Que está viejo. Que ya el fútbol es otro, ese que llaman «moderno». Que no sabe nada de transiciones, desmarques de ruptura, ABP ofensivas y defensivas, zona 14 y mucho menos de basculaciones. El técnico paisa Hernán Darío Gómez, de 67 años, con más de media vida en el fútbol, les calló la boca a todos los periodistas que lo interrogaron esta semana sobre su llegada al Junior. «Yo hacía eso hace tres décadas, pero con otros nombres», dijo, y soltó su típica carcajada.
Ahora deberá callar las bocas de los miles de aficionados que asistirán este sábado al Metropolitano para ver su debut al frente de Junior contra Independiente Santa Fe, que viene con viento en la camiseta luego de derrotar al América en el Campín la fecha pasada. El partido comenzará a las 8:30 de la noche y la expectativa en la ciudad es total por la presencia de un entrenador tan experimentado como controvertido.
El arribo de Gómez sorprendió a periodistas y aficionados, y las críticas no se hicieron esperar. La desinformación en el mundo del fútbol, surgida precisamente de la capacidad de opinar que les brinda a todos por igual las redes sociales, es la razón del escándalo. «Defensivo», «pasado de moda», «desactualizado», «perdedor», fue lo menos que le dijeron. Cuando la realidad lo ubica como el único entrenador colombiano que ha estado presente en cinco Mundiales, tres como director en propiedad y dos como asistente de Francisco Maturana.
Si el técnico chocoano fue el gran arquitecto del fútbol colombiano, Gómez fue su maestro de obra. Entre los dos construyeron la identidad del balompié nacional y llevaron a la Selección a tres mundiales seguidos (90, 94 y 98). Luego, ‘el Bolillo’ clasificaría por primera vez a Ecuador (2002) y repetiría la hazaña con Panamá (2018). Sí, ¡con Panamá! Es que puestos a ver, Gómez tiene más charreteras que el Junior.
Su hoja de vida no admite dudas: Gómez es el entrenador más prestigioso que ha llegado a los ‘tiburones’ en sus noventa años de historia, pero hoy, con el equipo en el último lugar de la tabla, apenas con 6 puntos, deberá empezar a probarlo. Prácticamente se encuentra obligado a ganarle a Santa Fe para que aficionados y directivos vuelvan a sentir confianza.
«Al jugador se le ve en la cancha, no en los entrenamientos, y la camiseta de Junior pesa. Si pesa ganando, ahora imagínense en el último puesto. Contra Santa Fe serán dos entrenamientos, así que no voy a cambiar mucho de lo que hacía Reyes. Mi intención es ver la respuesta de los jugadores en el terreno para sacar conclusiones», explicó en su primer cara a cara con la prensa.
El ‘Bolillo’ llegó al entrenamiento hablando fuerte, pero repartiendo abrazos a diestra y siniestra, como es él, como ha sido siempre, con la receta del garrote y la zanahoria. Apeló al sentimiento de los jugadores, a su amor propio, al respeto por una institución que les ha mejorado su calidad de vida, pero, al tiempo, implementó la doble jornada. Por la mañana, gimnasio; por la tarde, práctica de fútbol.
No está confirmada la alineación que utilizará para su primer partido, pero Viera estaría en el arco. Wálmer Pacheco, Federico Andueza, José Ortiz y Fredy Hinestroza integrarían la zona defensiva, con Moreno, Berdugo, Berrío, Quintero y Vladimir en el medio. El único delantero volvería a ser Bryan León, a menos de que Bacca reciba un respaldo por su trayectoria.
Santa Fe formaría con José Silva; Fabián Viáfara, José Aja, David Ramírez, Dairon Mosquera; Iván Rojas, Jonathan Barboza, Fabián Sambueza, José Enamorado; Wilson Morelo, Wilfrido De la Rosa. El equipo de Harold Rivera tiene 9 puntos y ocupa la casilla 12.
El árbitro será nada más y nada menos que el antioqueño Wílmar Roldán, quien esta noche pitará su partido 400 por Liga.